Los head-hunters ni me llaman ni me escriben
En las reuniones que mantenemos con vosotros como candidatos, posibles candidatos o más selectivamente, simplemente para conocernos, nos planteáis recurrentemente tres cuestiones
- ¿Es necesario verse cara a cara con un head-hunter?
- ¿Por qué ‘ni me llaman ni me escriben’?
- ¿Cuál es la mejor forma de mantenerse en contacto? ¿De seguir en vuestro ‘radar’?
En general, un head-hunter querrá veros cuando vuestro perfil encaje en una de las búsquedas que lleva a cabo para un cliente. Por supuesto que nos es interesante conocer a buenos candidatos siempre, pero lamentablemente, nos queda muy poco tiempo fuera de nuestra labor comercial y la de ejecución de las búsquedas para clientes.
En cuanto a cómo mantener el contacto, un email de vez en cuando, un mensaje de LinkedIn y por supuesto hacednos llegad vuestros cambios profesionales cuando se produzcan, actualizándonos vuestros datos/cv en nuestra base de datos, actualizando vuestro perfil de LinkedIn o simplemente haciéndonos llegar un email con las novedades.
¿Es necesario verse cara a cara con un head-hunter?
Es muy habitual que en un primer contacto escrito con nosotros nos pidáis una reunión para darnos los detalles de vuestra experiencia y que os demos nuestra visión sobre el mercado y dónde pueden estar las mejores oportunidades profesionales de cara a un cambio.
De verdad que nos encantaría, y a menudo es muy gratificante en lo personal, conoceros, saber de vuestra trayectoria y en la medida de lo posible, haceros alguna sugerencia que os sea útil en vuestra búsqueda.
Infelizmente, como dicen los portugueses, “no nos da la vida”.
Dedicamos una buena parte de nuestro tiempo a labores comerciales, es decir a visitar clientes, preparar esa reunión, preparar propuestas para ser seleccionados frente a otros competidores y conseguir mandatos de búsqueda.
Y otra buena parte de nuestro tiempo se va en ejecutar esos mandatos, lo que conlleva hablar con nuestras fuentes de información, validar perfiles que nos proponen nuestros compañeros del departamento de Research, contactar y atraer a posibles candidatos con el perfil que busca nuestro cliente, hacer las entrevistas, redactar los informes, preparar presentaciones para las reuniones de seguimiento/avance con nuestros clientes, mantener esas reuniones, tomar referencias de los candidatos finalistas, apoyar a nuestros clientes y a los candidatos seleccionados en la negociación y en algunos casos, a asesorar al candidato en la gestión de su salida de su actual empresa de la mejor manera posible.
Eso sin hablar del trabajo ‘de firma’, es decir, el trabajo de gestión interna, las conferencias con nuestros colegas en otros países, las reuniones internas, bastante eficientes la verdad, pero que se han multiplicado en estas semanas de trabajo en remoto, las conversaciones entre nosotros para la gestión de la crisis y la adaptación al nuevo escenario, la discusión de nuevas iniciativas adecuadas a este nuevo entorno, la coordinación de la labor comercial, etc.
Claro que eso nos deja ‘algo’ de tiempo para algunas reuniones ‘fuera de búsqueda’ con algunos de vosotros, pero no mucho, la verdad.
Personalmente considero una buena práctica mantener la disciplina de celebrar un número limitado de este tipo de encuentros cada semana.
A veces en un entorno menos formal como un café a primera hora de la mañana, una comida o una reunión en la oficina en horas ‘menos centrales’ del día. Pero como comprenderéis, igual que muchos de vosotros, nos debemos a nuestros clientes, las agendas se llenan y no siempre nos es posible atender todas las peticiones de reunión que nos hacéis llegar cada semana.
Y vuelvo a la pregunta. ¿Es crítico verse con un head-hunter cara a cara cuando empezamos buscar un cambio profesional? Depende. Cada profesional tendrá su postura y desde su punto de vista estará en lo cierto. En mi humilde opinión, no es tan necesario como hace algunos años.
Hace años, una buena parte del trabajo del trabajo de los head-hunters se basaba en las relaciones personales, tanto con clientes como con candidatos.
Las llamadas a fuentes de información de confianza para que recomendaran a un candidato con el perfil buscado ocupaban una buena parte del trabajo de búsqueda, se agendaban protocolariamente y llevaban su tiempo. Y el resto se dedicaba a las tareas que os relacioné antes, de nuevo con una actividad en que primaba lo presencial, el cara a cara, el contacto cercano.
En ese contexto, se podría decir que era muy conveniente mantener ese cara a cara con el profesional de las búsquedas para que nos conociera, y ‘nos tuviera en su radar’. Y lógicamente, un contacto personal dejaba una huella más duradera, sobre todo si causábamos una buena impresión.
Hoy en día somos más eficientes, podemos manejar muchos más mandatos en paralelo (con la inestimable ayuda de nuestros compañeros de Research) y como consecuencia, manejar muchas más candidaturas. La identificación de candidatos es más directa, empezando por el recurso a nuestras bases de datos, LinkedIn (con algunas reservas todavía) y otras fuentes de información pública y sin dejar de utilizar, nunca, ese contacto con fuentes de información ‘cercanas’ que nos apunten en cada caso en la dirección adecuada.
Estas fuentes ‘fiables’ incluyen conocidos, antiguos compañeros de trabajo, de estudios (a nuestra edad, ya más Masters y cursos especializados que la carrera), a antiguos candidatos y a clientes que ‘nos pongan sobre la pista’ de perfiles cualificados para la posición que buscamos cubrir.
Una buena gestión de estas llamadas nos permite avanzar rápido en los procesos de búsqueda y no es posible sustituirlas con fuentes de información publicadas/abiertas (como LinkedIn, por ejemplo).
Este cambio en la forma en que trabajamos, con respecto a cómo se operaba hace años, hace menos crítica esa reunión cara a cara para conocernos y para dejar una impresión más marcada.
Como os decimos a menudo, nos encantará mantener ese contacto personal cuando tengamos un mandato que completar que se adecúe a vuestro perfil e intereses y nos permita tener una conversación mucho más profunda dirigida a los aspectos de interés para nuestro cliente y para vosotros. Será lo más eficiente para ambas partes.
En estas semanas de confinamiento, pese a que, afortunadamente, la mayor parte de nuestros mandatos de búsqueda siguen en marcha y no nos falta trabajo, he podido atender algunas más de vuestras solicitudes de contacto con videollamadas ‘cortas’ (15-30 minutos).
Muchos de vosotros habéis entendido perfectamente que, en este nuevo entorno, seguimos ocupados, como vosotros, y con una carga adicional de coordinación en remoto. Se han multiplicado las conferencias y videoconferencias internas y el contacto con los clientes se ha hecho un poco más complicado. Para empezar, porque muchos de ellos también están desbordados con esa labor de adaptación a la gestión remota y el incremento de las tareas de coordinación interna.
Y no os niego, como muchos ya habéis comprobado, que el teletrabajo conlleva, en algunos aspectos una mayor eficiencia, pero en otros no. Y como en todo cambio, volver a los niveles de productividad que manteníamos en la situación anterior, lleva tiempo. Pura economía y racional de las operaciones.
Para terminar, desde hace ya algunos años, la respuesta protocolaria a vuestras solicitudes de una reunión ‘para conocernos’ incluye pediros que nos ‘subáis’ vuestro currículo a nuestra base de datos.
Después de hacerlo, nuestros Researchers los etiquetan conforme a una serie de tags/códigos que nos permiten recuperarlo rápidamente cuando al empezar una nueva búsqueda nos interesan ciertas competencias, experiencias, u otras características requeridas por nuestro cliente, presentes en vuestro perfil y reflejadas en vuestro currículo. Y por eso a mí personalmente no me parece tan crítico ese contacto previo cara a cara ‘fuera de un mandato/búsqueda’ en la medida en que, en circunstancias normales, seremos nosotros los que os encontraremos y os contactaremos cuando tenga sentido.
¿Por qué los Head Hunters ni me llaman ni me escriben?
De manera resumida y sin florituras, porque no tenemos nada que ofreceros. Porque no estamos trabajando en ninguna búsqueda que se adecúe a vuestro perfil. O porque, aunque se adecúe, los requerimientos específicos de nuestro cliente en ese momento y para esa posición, hace que no podamos contar con vosotros, por cualquier motivo/condiciones de la búsqueda.
Puede ser que, aunque nuestro cliente busque un profesional con vuestras características, prefiera a alguien con un cierto número de años de experiencia en una posición equivalente, o con una experiencia internacional dilatada, o que cuente con una experiencia previa determinada, o con una formación específica.
Puede pasar incluso, que no quieran no llevarse a nadie de vuestra compañía en concreto por tener una relación especialmente buena con ella… o mala (diferencias culturales, contrataciones anteriores que no fueron bien, diferencias relevantes en los productos, los servicios, los enfoques comerciales…).
Debemos tener en cuenta todas esas restricciones dictadas por las preferencias del cliente. Lo normal es que nos acote el espacio de búsqueda haciéndola más eficiente, aunque en algunos casos el exceso de condicionantes nos lo pone muy difícil y es habitual que tras un primer esfuerzo de búsqueda con escasos resultados sea necesario relajar alguno de esos criterios para ampliar el universo de posibles candidatos.
Es posible que en ocasiones recibáis una llamada de un head-hunter no para ofreceros una posición sino para pediros ayuda con una búsqueda, para informarse sobre vuestro sector y para pediros alguna recomendación.
Como os decía antes, esta es una parte importante de nuestros procesos de búsqueda. Para nosotros podéis representar una ayuda muy valiosa y para vosotros es una oportunidad de dejar una excelente impresión con vuestro conocimiento, opiniones, sugerencias y recomendaciones.
Algo que sin duda se tiene en cuenta para futuras ocasiones pues nos permite, incluso en interacciones muy cortas, conoceros un poco mejor y formarnos una imagen positiva y un poco más completa de vosotros/as.
Tengo que recomendaros, interesadamente, que atendáis esas llamadas y nos ayudéis. Se tiene en cuenta, de veras, y procuramos hacerlas con el mayor tacto posible y respetando vuestro tiempo, igual que nos gusta que respeten el nuestro.
Y ¿Cuál es la mejor forma de mantener el contacto? ¿De estar en nuestro radar?
De nuevo no hay una respuesta única. Como dice el refrán, ‘cada maestrillo tiene su librillo’, cada profesional de nuestro sector tendrá sus preferencias, valorará más unas opciones que otras y el recuerdo que tiene de vosotros/as se verá más reforzado por un tipo particular de contacto.
Con los medios que tenemos todos a nuestra disposición hoy en día, es muy fácil mantener el contacto
Me permito sugeriros un ‘contacto indirecto’ motivado por actualizaciones o cambios profesionales y un contacto directo periódico en tiempos razonables.
Respecto a ese contacto indirecto, la primera acción que os recomendaría es que mantengáis actualizada la información que tenemos sobre vosotros en nuestra base de datos.
Cuando haya una promoción, un movimiento interno, nuevas responsabilidades, cambios de localización y por supuesto, un cambio de empresa es muy recomendable, y de agradecer, que actualicéis vuestro currículo y nos subáis esa nueva versión a nuestra base de datos.
Ni que decir tiene que lo ideal sería que también actualizaseis vuestro perfil de LinkedIn. Es una batalla que nuestros amigos de LinkedIn y todo nuestro sector irá ganando poco a poco.
Parece que la mayoría de los profesionales actualiza su perfil cuando se plantea un cambio profesional y quiere empezar una actividad de networking dirigido a ello.
Desde nuestro punto de vista y para nuestro trabajo, sería mucho más útil que lo hicieseis cuando se produzca ese cambio profesional, sea del tipo que sea (promoción interna, reubicación, o cambio de empresa).
En segundo lugar, para ese contacto periódico más directo, mantener una comunicación regular con aquéllos de nosotros con los que hayáis tenido una mejor química o con quienes hayáis descubierto que estamos más activos en los sectores de vuestro interés es sencillo.
Basta con enviar un email de vez en cuando, con un breve comentario sobre vuestra situación o intereses, algún comentario relevante sobre vuestra industria, alguna noticia sobre iniciativas de vuestro sector o incluso alguna información que nos pueda suponer una oportunidad de negocio (¿por qué no?).
Vuelvo a referirme a LinkedIn. Es una sensacional plataforma de networking (y de muchas más cosas) muy útil para la inmediatez, el mensaje/contacto corto y relevante que ayuda a mantener ese contacto, nos permite comprobar rápidamente vuestra situación actual y las posibles novedades recientes y nos recuerda que ‘estáis ahí’ .
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